• Loulé no para, está vivo. Loulé es creativo

    Que Algarve no es sólo playa, cualquiera que me conozca, me lo ha escuchado proclamar mil veces. Y digo proclamar, porque me gustaría que se descubriera su historia, su cultura, sus raíces, a sus vecinos; aquellos que vivían tranquilos antes de llegar el turismo masivo y que han visto ás suas vilas crecer y crecer. Aquellos algarvianos que reclaman ocio y servicios más allá de la temporada estival, que parecen quedarse olvidados. Y luego está mi querido Loulé.

    Mercado de Loulé

    Loulé es uno de mis sitios favoritos. Quizás porque me sienta identificada, quizás simplemente porque Loulé no para, está vivo. Loulé es creativo: apuesta por la cultura en todos sus aspectos, por sus orígenes, por mantener o recuperar lo suyo.

    Podría empezar, como periodista que soy, a contar qué es Loulé Criativo, cuando nació, qué hacen. Y lo haré. Pero al final siempre hay unos protagonistas, más allá de la labor que hace la administración. Gran labor, por cierto, todo con el firme propósito de salvaguardar y poner en valor los oficios y saberes tradicionales; y qué mejor que con ellos.

    Analide, maestro caldereiro

    Decía Picasso que «en el arte, no hay ni pasado, ni futuro. El arte que no está en el presente no será jamás”, y aquí os presento a los artistas del presente, que luchan por el futuro y con un pasado impresionante.

    Quién le iba a decir a Analide que, cuando tuvo que cambiar su martillo por armas para ir a luchar con su país a Guinea, volvería algún día a ser caldereiro. Y qué iba a imaginar aquel joven aprendiz de uno de los oficios de más tradición de Loulé, que un día tendría que irse a la guerra dejando lo que más quería: su primera hija, su mujer, su Loulé, su profesión… “He visto muchas cosas, filha” y hasta fue herido en una pierna un 23 de mayo (perdone Analide si fue un 24 o 25. Usted no se olvida, pero yo a veces…)

    Analide es el segundo por la izquierda. Foto de un calendario que cuelga de una de las paredes de la oficina de caldereiros

    Y Analide regresó, pero no podía seguir dedicándose a fabricar cataplanas a golpe de martillo. Encontró trabajo en una empresa de construcción y había una familia que mantener.

    Pero un buen día, nació Loulé Criativo, y comenzaron a buscar a algún maestro caldereiro. Ya no había nadie que supiera hacer las cataplanas como antiguamente. Sin embargo, alguien se acordó de Analide. Se lo propusieron y creo que no dudó ni un segundo.

    Analide trabajando en una cataplana

    Quién le iba a decir aquel 23 de mayo, herido de guerra, que volvería sano y salvo, tendría más hijas, hasta nietos y que volvería a ser caldereiro. A veces la vida te hace regalos. Y allí está cada día golpeando el martillo junto al castillo de su querido Loulé y atendiendo a los medios de comunicación que se interesan por este proyecto, a los extranjeros que visitan Loulé… y a esta Portunhola.

    Trata de explicar lo mejor posible su trabajo y deja bien claro que lo ha hecho él, que lleva su sello. Y te lo enseña orgulloso. Como para no estarlo, le lleva de un día o día y medio a tres, dependiendo del tamaño. Un oficio que comparte con otros compañeros, que no solo fabrican cataplanas, sino algunos complementos como pendientes o pulseras; sin olvidar todos los utensilios de comida: cubiertos, mesas, platos…

    As pulseiras do caldereiro

    Después de recorrer todas las oficinas, regresé a comprar unas pulseras. Ahí es cuando Analide me contó su historia más personal. Compartimos unos minutos agradables. Y además de mi compra, él me regaló otra pulsera para que no me olvidase del caldereiro de Loulé. No lo haré, descuida.

    Manuel, la voz del luthier

    Ahora os presento a Manuel y su oficina de Cordofones, de instrumentos de cuerda. Manuel llega al taller y comienza a explicarme lo que hacen allí. Parece que está acostumbrado a contarlo y que lo suelta todo de carrerilla. Pero no. De repente noté cómo Manuel explica con pasión todos y cada uno de los pasos que allí se siguen. Que fabricar una guitarra de verdad, de calidad, no es cualquier cosa. Con su voz grave, a través de la mascarilla, relata y dibuja con lápiz sobre papel blanco, cómo deben ser estos instrumentos. Palabra de luthier. Que unas guitarras se hacen con madera de pino, otras con cedro; que la del mástil viene de África y la caja suena a madera de Brasil. Porque cada una tiene sus características y su sonido es diferente. Todas certificadas, eso sí; algo que repite en varias ocasiones.

    Manuel, el luthier. Oficina de corfones. Foto cedida por Loulé Criativo.

    Habla de un español, “um tal Torres”. Él fue quien debió darse cuenta de la importancia del grosor que debían tener las maderas para fabricar una guitarra de calidad. Y Manuel mide al milímetro y corta las medidas exactas. Puede llevarle semanas terminar un instrumento completo.

    Todas y cada una de esta guitarras, están hechas a mano. El hueso donde reposan las cuerdas es animal, la cola con la que pegan también y el barniz, elaborado con alas de cucaracha. Increíble. Piedra pómez para tapar poros… Con un fin, crear un instrumento único para cada cliente, de calidad y con un sonido que corre a 5087 metros por segundo.

    El rincón del luthier

    Os invito a visitar a Manuel y que os hable de historia. De los orígenes del fado, de las relaciones de Portugal con Inglaterra, de cómo la guitarra cambió de tamaño porque hubo una época en que las mujeres debían aprender a tocar un instrumento, y los pechos le impedían que fuese la guitarra. Obrigada Manuel. Aprendí mucho contigo.

    Empreitadoras de por vida

    Hablando de mujeres en Loulé Criativo destacan las empreitadoras. Valentina siempre ha vivido en Loulé y ¡madre de deus!, ver a esa mujer mover los dedos a la velocidad del rayo y sin mirar, es digno de admiración. Casi 60 años trabajando como empreitadora, igual que su madre, su tía o su suegra. Me explica mientras trenza, que deben ser tiras impares, mínimo cinco. Y trenzando y trenzando, termina por elaborar hermosos cestos, grandes esteras y me atrevería a decir que cualquier cosa que le pidieses. Además desde Loulé Criativo les animan a que innoven y se adapten a los nuevos tiempos.

    Casa da empreita

    La empreita se trabaja con hojas de palmera enana (anã en portugués). Unas veces mantienen su color natural, o se lo apagan con azufre, y otras las tiñen con tintes naturales. Siempre ha sido un arte u oficio muy habitual en Algarve, pero en Loulé especialmente. Exportaban mucho fruto seco y se usaban esos grandes cestos y alforjas de esparto. Porque sí, la empreita es esparto

    Odete (a la izquierda) y Valentina (a la derecha)

    Frente a Valentina se sienta Odete, quien también participa de la conversación. Se ríe de mi cara de asombro observando la rapidez y destreza con sus manos.

    En su caso, a Odete, la empreita le viene más por afición que de oficio. La madre de Odete era francesa y no conocía esta técnica. Pero Odete se quedaba fascinada viendo cómo su vecina sacaba la silla a la calle y empezaba con las tiras de hojas a trenzar. Con 8 años, Odete solo quería terminar las tareas de la escuela para ir a aprender con ella. Finalmente, su madre llegó a aprender y ahora sus hijos, pero nadie se ha dedicado a ello. Teme que se pierda el oficio si no se pasa de generación en generación, pero para eso están ellas: para enseñar a todos aquellos que quieran dedicarse a esta bonita costumbre.

    Workshop de empreita. Foto cedida por Loulé Criativo.

    Y no son las únicas. Son como unas diez mujeres las que conforman la oficina de empreita, pero se van turnando. Abren de lunes a sábado. Quien no haya paseado por el centro de Loulé y no las haya visto, es que no ha estado en Loulé.

    Bernardette, ceramista de coracão

    Seguimos paseando por Loulé. Ese día no tuve la suerte de conocer la Oficina do Relojoeiro ni a uno de los encargados de la oficina do barro; aunque sí me presentaron a Bernadette. Nació en Francia, pero pronto comenzó a vivir en Loulé. Salió para estudiar diseño y moda en Lisboa. Pero siempre soñó com “voltar as origens”. Un buen día, logró regresar. Se formó en el arte de la cerámica y a roda, el torno para trabaja el barro; Bernardette había descubierto su verdadera profesión y se convirtió en ceramista.

    Oficina do barro

    Desde 2018 es una de las residentes de Loulé Criativo. Trabaja por encargo, hace esculturas y algunas de las placas con los nombres de las calles de Loulé, están diseñados y creados por ella, con sus manos de ceramista. Y también imparte cursos. Le he prometido que asistiré a uno, concretamente al de pintar azulejos.

    Workshop azulejos. Foto cedida por Loulé Criativo

    Actualmente, se encuentra inmersa en la fabricación del animalito que se ha convertido en el emblema de Loulé: un dinosaurio. Sí, sí. Así me quedé yo. Con esa cara. Y es que hace unos años encontraron el fósil de un Metoposaurus algarvensis, que ahora se puede visitar en el Museo de Loulé. Es parecido a una salamandra, pero por sus dientes sospecharon que se trataba de un carnívoro. No temáis porque se extinguió hace 227 millones de años.

    El engranaje de Loulé Criativo

    Y nada sería posible sin el gran equipo que hay detrás. Desde aquí mi más sincero agradecimiento a mi tocaya Patricia y a Teresa, que me fueron presentando a cada uno de estos artesanos.  A Silvana, con quien empecé a concretar la fecha de visita. Y todos aquellos que me explicaron su aportación a este gran proyecto, que pronto espero que tenga una repercusión transfronteriza.

    Además da rede de oficinas (recordad que oficina significa taller en español), se organizan muchas actividades. Destacan los talleres o workshops donde se pueden aprender algunos de estos oficios o preparar caracoles a la algarviana, conocer el figo y la amêndoa, tan característicos de esta región del sur de Portugal… Aquí podéis consultar las fechas.

    Como veis, Loulé Criativo nació con el firme propósito de mantener sus costumbres, de reavivar su cultura, de darla a conocer, de dar vida a sus artesanos, de enseñar al futuro para que no se pierda el pasado, de apoyar la creatividad, de apostar por lo bonito, por lo hecho con corazón. Por el presente.

    Palácio Gama Lobo

    Se encuentra en un maravilloso edificio, o Palácio Gama Lobo, donde encontramos la tienda oficial, salas de reuniones, una sala de exposiciones, a los compañeros de Loulé Design Lab. Pero esto merece un capítulo aparte.

    Además de las oficinas de las que os he hablado, cuentan con otra serie de parceiros o socios que confían en el proyecto de Loulé Criativo para promocionarse, desarrollarse, crecer, con un apoyo y asesoramiento. Y lo que crean, se vende en esta tienda.

    En la sala de exposiciones, dan espacio a artistas locales. Ahora mismo se puede visitar la muestra de muñecas de Filipa Faísca de Sousa. Con 80 años empezó a fabricar sus primeras bonecas de trapo y ahora las expone, a sus 84. A través de ellas cuenta su vida, la historia de su Algarve, de los trabajos del campo, de los orígenes de la región. Y se mantiene viva y nos ayuda a creer en que todo se puede si realmente se quiere y si se disfruta.

    Bonecas da Filipa Faísca de Sousa.

    Y con Loulé Design Lab, se quiso dar un paso más y acoger a creativos, creadores y darles espacio para desarrollar sus productos, promocionar proyectos, coworking, residencias artísticas. Una incubadora de emprendedores, en fuerte relación con la cultura local y que consigan implicarse en la economía de Loulé, su concelho y la región.

    Larga vida a Loulé Criativo, que Loulé no pare, que siga vivo, creando cultura. Y felicidades a todos los artistas en su día, hoy 24 de agosto.

    “Yo no evoluciono, yo soy. En el arte, no hay ni pasado ni futuro. El arte que no está en el presente no será jamás” (Pablo Picasso)